Su preciosa sangre


Ni con todo el valor de las indulgencias, obras, sacrificios y ofrendas de las religiones más famosas se pudo comprar nunca una sola alma eterna para el cielo. (Marcos 8:36)
Pero los pocos litros de la preciosa sangre que Dios el Hijo hecho hombre derramó en la cruz, muriendo en nuestro lugar, fueron suficientes para limpiar potencialmente los pecados de toda la humanidad (Mateo 26:28 - Colosenses 1:14 - Hebreos 9:22)
Porque la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado (1ra. Juan 1:7)
Clavado en la cruz, desangrándose aún por nuestros pecados, el Creador del universo, que ha tomado sobre sí los de todos (1ra. Pedro 2:24), “por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23), dice: “Consumado es” (misión cumplida) (Juan 19:30).Así paga con su preciosa sangre nuestra deuda, y, pone a nuestro alcance la reconciliación con Dios el Padre (1ra. 1:18-19; 2da. Corintios 5:18-19; Romanos 5:9-11; Colosenses 1:20-22; Hebreos 10:10-14).
Desde entonces, toda persona que recibe el sacrificio del Cordero de Dios (Jesucristo) por completo y suficiente, Dios lo adopta amorosamente por hijo, y le da vida eterna en el reino de los cielos. (Juan 1:12; Juan 1:29)
Puedes no entender tanto amor de su parte, sin embargo es un hecho que “de tal manera amó Dios (el Padre) al mundo, que nos ha dado a su Hijo unigénito (Jesús) para que todo aquel (tú) que en el cree, no se pierda (en el infierno) más tenga vida eterna (en el cielo) (Juan 3:16)Amado lector, la puerta del cielo está abierta para tí desde la cruz del calvario (Juan 14:2 - Juan 10:7)
¿Te quedarás fuera? (Apocalipsis 21:27)
¿O le tomarás a Jesús sus palabra? que dice: “Todo el que invocare el nombre del Señor será salvo” (Hechos 2:21 - Romanos 10:13).
Con sinceridad, ora tu propia oración, o está:
Señor Jesús, confieso con mi boca que tú eres el Señor, y creo en mi corazón que Dios le levantó de los muertos (Romanos 10:9,10)Y me proclamo salvado por fe,porque tu has dicho que así lo sería (Efesios 2:8,9) Eres Dios, y no mientes (Números 23:19).
Sé que soy pecador, y arrepentido te confieso que necesito tu perdón y salvación (1ra. Juan 1:9)Por favor, perdóname y sálvame. Desde ahora te recibo por Salvador personal y te hago mi Señor. Señor mío y Dios mío, Jesucristo, te doy las gracias por haber derramado tu preciosas sangre y haber muerto por mí. Creo que a los tres días resucitaste para mi justificación, y después ascendiste al cielo, donde intercedes siempre por mí ante el Padre. (Romanos 4:25;Lucas 24:6,7 y 51 ; 1ra. Corintios 15:3-4; Hebreos 7:25)
Por favor, ayúdame a serte fiel hasta el fin, en el nombre de Jesús.
Amén

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